Con la llegada del verano, nuestras mascotas se encuentran con un nuevo problema, el calor, y es por ello que debemos incrementar las precauciones para evitar que puedan sufrir algún daño. Creemos necesario separarlo en dos apartados, por un lado, en el hogar y por otro en la calle, aunque principalmente aplique a los perros, pero también hay gatos a los que sacan a la calle.

Empecemos por las casas, aunque son cosas muy evidentes, es conveniente recordar que debemos facilitar agua a plena disposición de nuestra mascota e incluso ponerle más de un punto donde poder hacerlo, cambios regulares de agua, incluso añadir algún hielo para que se mantengan fresca y controlar que nuestra mascota, principalmente el gato, bebe lo suficiente, a ese punto del agua le podemos añadir, el consumo de productos como helados, yogures o bebidas isotónicas, obviamente las que pertenecen a las mascotas y no los productos que consumimos nosotros y procurar que el alimento húmedo se convierta en parte importante de la alimentación, si como ya contamos en nuestro post ver post el beneficio de incluir de forma habitual ese tipo de alimento, en verano con mayor necesidad. También podemos facilitar zonas más frescas donde puedan estar para evitar el calor.

En el exterior, pues nuevamente empezamos por una evidente, evitando las horas de más calor con el fin de evitar que puedan tener un golpe de calor, por lo que deberemos plantear paseos más largos a primera o última hora del día, evitando, en días calurosos, una tasa alta de ejercicio y en los paseos de mediodía, que sea un paseo corto y rápido y tratando de buscar zonas de sol. Luego hay elementos que debemos vigilar y que podemos añadir a la rutina de nuestra mascota:

1. Proteger con cremas las almohadillas y la trufa, para evitar que se puedan quemar y revisar después de cada paseo el estado para evitar heridas por quemadura, aún así insistimos en la necesidad de probar la temperatura del suelo con la palma de nuestra mano, tratando de aguantar 5 a 10 segundos para ver el estado del mismo, si nosotros no lo aguantamos o nos empezamos a quemar, las almohadillas de nuestra mascota también le ocurrirá.
2. Evitar zonas donde haya espigas y si accede a la zona, vigilar las zonas de oídos y nariz, si observamos que se comienza a rascar esas zonas, se frota contra objetos o está como intentamos expulsar algo, debemos acudir de forma inmediata a nuestro veterinario para que lo revise y en caso necesario extraiga el objeto.
3. En muchos momentos tendemos a refrescar a nuestra mascota, la zona del lomo y cabeza, pudiendo provocar esto un aumento de la temperatura de nuestra mascota, en muchos momento dependiendo del pelaje, por lo que si vamos a mojar o humedecer a nuestra mascota, lo haremos en zona de pecho, patas y almohadillas, donde conseguiremos ese efecto que estamos buscando.

Es importante que valoremos otros aspectos, a la hora de los paseos con calor como son: la edad, sobrepeso, actividad física, etc. ya que todos ellos son determinantes para evitar problemas con nuestra mascota, incluye el agua en tus paseos, aunque no sean paseos especialmente largos, pero es mejor tenerla y no necesitarla que necesitarla y no tenerla.

Esperamos que disfrutéis mucho del verano con vuestras mascota, que las cuidéis y si observas alguna cosa, consultes, además de informarte de productos beneficiosos para vuestras mascotas, en nuestra tienda de mascotas, te podremos asesorar de las distintas opciones.