¿Por qué culpamos a nuestro perro de su comportamiento?

En líneas generales, es habitual que culpemos a nuestro perro de gestos, formas de actuar, reacciones sin pararnos nunca a mirar porque ocurre lo que ocurre y si hemos hecho para provocarlo o simplemente para evitarlo o corregirlo.

Nosotros en nuestras clases de adiestramiento del mismo modo que cuando hablamos con nuestros clientes en nuestra tienda para mascotas en Hortaleza, usamos muy habitualmente esta frase “un perro tiene dos vías para aprender una que nosotros le enseños y otra que le dejemos que aprenda solo, si aprende solo normalmente no te va a gustar el resultado en el 99,9% de las ocasiones” pero lo que si que es cierto es que en estas dos vías el único que nunca será culpable es el perro.

Si nosotros le enseñamos, y nuestra enseñanza no es la apropiada, no se enseña bien o bajo unas buenas circunstancias, la culpa NUNCA será del perro y si por el contrario se decide que el perro aprenda por sus propios medios, nuevamente la culpa no sería del perro. Otras veces ya hemos hablado de los refuerzos positivos como metodología para enseñas a nuestro perro, y eso hay que utilizarlo siempre y ser capaces de ver que un perro no se levanta por las mañanas pensando hacer nada que te moleste.

Cuando un perro tiene miedo, no necesita que le regañes, te enfades o lo acaricies con lastima, lo que realmente necesita es que le enseñes a vencer ese miedo, a gestionarlo y a aprender que es y que hacer, pero desde luego no es culpa de nuestro de perro tener ese miedo. Cuando nuestro perro rompe cosas, no es que sea malo, si no tendrás que ver porque rompe cosas, si tiene alguna necesidad que no este bien cubierta, un exceso de energía o cualquier otra causa que explique porque le pasa, porque nuevamente repetimos que un perro nunca hace nada sin que haya un motivo previo que lo justifique.

En ocasiones pedimos, salvando las diferencias, que lo extrapolemos a los humanos, ¿alguno entendería que le contaras a un familiar, amigo o conocido que algo te da miedo y esa persona se regañara, te gritara o similares? Pues la respuesta es claramente no, querríamos ayuda, comprensión, paciencia, etc. pero desde luego NUNCA querrías lo anterior. Pues a un perro le ocurre exactamente lo mismo.

Lo primero que debemos hacer con un perro, es enseñarle a que sepa hacer las cosas, a entendernos y a entenderle para posteriormente, poder pedirle que haga o se comporte de una manera en concreta, a un perro que tiene un miedo, debemos ser el faro que le enseñe a vencer ese miedo y a convivir con él o a superarlo, un perro que tiene ansiedad, debemos enseñarle a mantener la calma y a que la situación que le genera la ansiedad no es peligrosa, por ejemplo ansiedad por separación, o a un perro con un exceso de energía debo enseñarle a gestionarla y demostrarle que va a tener sus momentos y tiempo para desgastarla.

Como veis siempre hay una solución, más o menos laboriosa y con más o menos tiempo de que funcione, pero habrá una solución al final de ese camino, pero desde luego lo que no habrá ni al principio, ni por el medio ni al final del camino es un perro que tenga culpa de algo que no sea de una mala educación del guía o una nula educación por parte de este.