¿Es bueno cansar a mi perro?
Cuantas veces hemos oído o incluso dichos frases del tipo o similares a:
“voy a sacar al perro a ver si le canso”
“tengo un perro muy nervioso y tengo que cansarlo para que se tranquilice”
“es que tú perro es muy activo y necesita que le canses”
Y un largo etcétera de comentarios similares a esos, en algún momento nos hemos parado a preguntarnos ¿es esto lo que necesita? ¿será lo apropiado o será peligroso lo que hago? La respuesta es claramente no en la mayoría de las ocasiones.
Por otro lado, en cuantas ocasiones hemos visto a gente corriendo o montando en bici mientras llevan a su perro corriendo al lado, con un perro asfixiado siguiendo desde atrás a su guía mientras este le anima para que siga un poco más, sin valorar, edad, tipo de perro, morfología, lesiones, etc. O gente tirando a un perro de manera incesante una pelota sin mirar como se encuentra su perro, sin darse cuenta de que su perro moriría antes de no ir a buscar la pelota que le han tirado, y como estos otros muchos ejemplos.
Es cierto que debemos permitir y favorecer que nuestro perro haga ejercicio tanto físico como mental pero no obligarles a hacerlo, debemos entender que cada perro tiene una necesidad que no es igual, incluso en perros de la misma raza, que le gusta y le divierte, o que al igual que nosotros también tiene mejores y peores días. Así que viendo lo visto debemos entender algo que es que tratar de reventar a un perro para que sea más tranquilo o incluso creamos que es más feliz y equilibrado es un error de base.
El argumento que muchas veces utilizamos para reforzar esa teoría es que pasamos de tener un perro con una actividad baja (paseos cortos, escasos, por mismas zonas, etc.) y que el perro va desatado y entonces aplicamos uno de esos “maravillosos” consejos y nuestro perro llega a casa roto se tumba y pensamos que ahora ya tiene un comportamiento correcto y está siendo más equilibrado, cuando en realidad lo único que está es cansado y ese cansancio será más o menos largo dependiendo de cada perro. Pero que pasará después, que nuestro perro volverá a ser el de siempre incluso en algunos casos nos encontraremos con un perro con más energía que antes y más “desquiciado” (perdón por la definición) y al que cada vez nos costará más cansarlo e incluso no lo conseguiremos, o perros que tengan dolores articulares o musculares y sean más reactivos a causa de ese dolor, pero lo peor es que en muchos casos ni siquiera seremos conscientes que esto viene causado por una mala gestión nuestra y entonces diremos frases como
“me ha tocado el peor de todos”
“sus hermanos de camada son más tranquilos”
“ya no sé que hacer y me está desquiciando”
Y otro largo etcétera de frases similares, incluso nos plantearemos hablar con un profesional porque aquello es imposible de llevar.
Debemos tener en cuenta que el ejercicio de nuestros perros lo debería de gestionar mi perro y hacerlo a demanda de esté y no a la mía. Aunque debemos partir de la base de que no existe una solución única aplicable a todos los perros ni un único escenario para todos ellos. Hay perros que tienen un carácter más parado, pero quizás necesite hacer algo de ejercicio para perder peso, mantenerse, etc., lo que debemos hacer es fomentar esa necesidad de correr y ver poco a poco como ir midiendo la intensidad de este y hasta donde es capaz de llegar y para ello es necesario generar vinculación con mi perro. Si por el contrario tengo un perro que es un cañón y/o es muy activo, pues igual debemos fomentar un ejercicio responsable y valorar como afecta el mismo, porque si funciona será perfecto, pero si por el contrario le viene mal, porque le genera ansiedad, obsesión, dolor, etc. ya no será tan perfecto.
Este tipo de cosas debemos trabajarlas desde el principio que el perro llega a nuestra casa, ya sea cachorro o adulto, debemos entender, primero que el paseo de mi perro es el paseo de mi perro y debo fomentar el que huela, el que lleve su tiempo el descubrir cosas, el ir pendientes de nuestra mascota y empezar a conocer a la misma y como reacciona con distintos elementos y una vez empezamos con eso todo será más sano y más fácil el ver que necesidad real tiene mi perro y como gestionar la misma sin que entrañe un peligro para su carácter o su físico.
Espero que esto os ayude a entender que un perro cansado por un exceso de actividad no es un perro más feliz ni más tranquilo es simplemente un perro cansado. Ahora bien permitir que se ejercite lo que necesite, motivarle y premiarle para que lo haga y sobre todo formar parte y compartir ese tiempo esto si que sería una forma de ayudarle, de darle confianza, de que la obtenga, y principalmente de mejorar a nuestro perro.
Cualquier duda nos poder preguntar y te ayudaremos.