LEMI MASCOSTAS
El espacio para ti y los tuyos
¿CREES QUE TU MASCOTA TIENE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN?
Hoy vamos a hablar de un tema que en muchos momentos hace que la familia humana de perros y gatos confunda problemas de conducta con la muy fácilmente mencionada y usada, en muchos momentos sin criterio, ansiedad por separación. En este post queremos mencionar signos o señales que podemos percibir de nuestra mascota que nos harán tener indicios suficientes para considerar que nuestra mascota puede tener ansiedad por separación.
Empecemos con los gatos, partimos de la premisa de que el gato es un animal sumamente independiente, que pasa largos periodos sin relacionarse con su familia y resulta difícil plantearse a estos con ansiedad por separación, pero si ocurre, los gatos son animales que generan vínculos con los miembros de su familia, por eso es un animal que los cambios no los gestiona demasiado bien. Partimos de una premisa y es que en el gato este “problema” es más difícil de localizar que en los perros, también es cierto que el gato no te destrozara la casa y tampoco tendrás a un vecino indicándote que esta maullando y se le escucha 5 plantas arriba o abajo. El problema que presenta en los gatos esta situación es que en muchos momentos no seremos conscientes del problema hasta que llegue a una situación grave.
Los principales gestos que tenemos en un gato que empieza a desarrollar la ansiedad por separación son:
- Lamidos excesivos, es cierto que el gato es un animal que le gusta asearse, pero cuando empieza a ser muy prolongado puede que exista otra cosa.
- Ensuciar la casa.
- Vómitos y diarreas.
- Maullidos fuertes y excesivos.
- Perdida de apetito o comer demasiado deprisa.
A nivel daños, si bien no llegara al nivel de destrucción de un perro con el mismo síntoma, pero si podemos tener daños en muebles o puertas que aparezcan con arañazos o que objetos sean tirados al suelo.
Otro gesto es comenzar a orinarse por lugares como cama o ropa cuando se encuentra solo, este gesto, en nuestra tienda hemos tenido algún caso que nos ha mencionado esta situación, se achaca a una “venganza” por irnos, pero es más probable que sea una forma de intentar calmarse y dejarte un “rastro” para que “les encuentres”.
Somos conscientes de que llegado a este punto puedes pensar es que muchas de las cosas pueden ser aplicables a un problema de salud, por ello no debemos descartar acudir a un veterinario, pero si ves que hay más de uno y alguno no es achacable a un problema de salud es más fácil dirigirte a un profesional y comentarle la situación para evaluar si existe un problema de ansiedad por separación.
A nivel ayudara a evitar o a tratar esta situación, aparecen conceptos que ya hemos hablado, no solo en cada raza de gato los jueves si no en un post anterior (si no lo has leído deberías) como crear un enriquecimiento ambiental propicio en casa para las necesidades de tu gato. Como es lógico que formes partes en las actividades de juego con ellos y que se convierta en una rutina el jugar en su día a día y el crear un lugar de tranquilidad para el gato, son matices para ayudarles, como decíamos, antes o cuando aparece los signos.
En el caso del perro, pues como hablamos antes, en los perros algunas de las reacciones pueden ser más evidentes que en el gato, igualmente hablamos de un gesto emocional, ya que en muchos casos “culpamos” al perro de un mal comportamiento cuando realmente no tiene ninguna culpa y entonces deberemos de valorar situaciones de la vida cotidiana de mi perro para valorar si realmente el problema existente en una ansiedad por separación.
Los principales signos de ansiedad por separación en un perro se pueden separa en 2 grupos por un lado los más frecuentes:
- Destrucción. Como decíamos antes el perro es más destructivo en está situación, por lo que morder, romper o rascar muebles, el zócalo, puertas o el suelo es un síntoma bastante habitual de hecho entre un 70-75% de los perros con ansiedad por separación hacen esta acción.
- Los ladridos, aullidos o lloros entre otros es otro de los pasos frecuentes en este caso hablamos de un 60% aproximadamente.
- Hacer sus necesidades. El hacerse pis o caca en casa al quedarse solo, es otra situación frecuente, aquí el porcentaje baja a algo menos del 30%.
Pero hay otra serie de rasgos, que, sin ser tan frecuentes, pueden darse en perros con ansiedad por separación:
- Perseguirte por la casa.
- Exceso de emoción al llegar a casa.
- No comer o beber si le dejas solo.
- Beber grandes cantidades de agua al regresar a casa.
- Sudar las patas
- Vómitos.
Siendo algo más ocasional no dejan de ser toques que deben llamarnos la atención, nuevamente incidimos en que debemos valorar que no exista un problema de salud en algunos de los puntos, pero un cúmulo o la ausencia de un problema de salud son motivos para ponerlo en conocimiento de un profesional.
Como matices a analizar en esta situación, debemos ver como gestionamos las no ausencias, controlar las acciones que hacemos previas a nuestra salida, valorar la vida de mi perro cuando salimos a la calla (ejercicio, duración de los paseos, calidad de los paseos, enriquecimiento ambiental, etc.) y por supuesto evitar situaciones de pánico previas y enfadarnos con ellos por lo ocurrido.
Debemos tener en cuenta que, tanto en el gato como en el perro, son situaciones que con trabajo, tiempo y rutina se puede superar y evitar el mal rato que pasa el animal y mejorar la calidad de vida de todo el entorno. Se debe “atacar” la causa por la que ocurre y no los síntomas que están provocando dicha causa, manejar emocionalmente, estando tranquilos, aquella situación e ir acostumbrando de forma progresiva y controlada, nos ayudaran a la gestión de la ansiedad.
Como os decimos siempre, si creéis que vuestra mascota, gato o perro, pudiera tener ansiedad por separación o presenta algunos de los problemas que hemos mencionado, en nuestra tienda de mascotas en Hortaleza os podremos dar consejos, ayudar y llegado el caso trabajar con vuestra mascota para ayudaros en situaciones como esta o cualquier otra.
