Correa fija o extensible ¿Cuál usar?

En muchos momentos, cuando tenemos perros que por falta de obediencia o simplemente por dudas en que nos haga caso decidimos utilizar las correas extensibles como elemento para dar “libertad” de movimiento a nuestro perro, pero ¿realmente sería la mejor decisión? Pues vamos a verlo y al final responderemos.

El mercado actual facilita dos opciones para dar cierta distancia a nuestro perro con la correa, una serían las ya mencionadas y otra sería las correas engomadas de 3 o 5 metros. Lo primero que debemos tener claro es que debo enseñar a mi perro a acudir a la llamada, dado que el primer problema que entraña este tipo de distancias es que normalmente el perro no acude cuando es llamado y más aún si hay algún elemento que le haga distraerse, pero apartemos ese punto, que tocaremos en otro momento, y nos centraremos en las correas.

La correa extensible es una correa que provoca una tensión constante en el perro, ya sea collar o arnés en ningún momento deja de existir tensión en la correa ya sea con el botón de tope presionado o suelto.

Otro punto sería el “recoger” al perro cuando haya alguna situación que me suponga tener que traerlo, ya que para ello tendremos que “remar” y hacer una acción más parecida a la pesca que a pasear un perro.

Por último, la durabilidad, al tener un “hilo” fino y un rotor dentro se acaba dañando con los tirones, se generan nudos en la cuerda, lo cual provoca que se acabe desechando y adquiriendo otra nueva, y aunque en este influye mucho el propio perro es otro hándicap, aunque debe quedar claro que los mayores inconvenientes serían los dos anteriores.

Ahora pasemos a la correa fija, lo primero es que sería lo más similar a una correa clásica pero con el pro de la distancia, pero basando en la correa en sí, comparando con la extensible aquí la posibilidad de tensión se disminuye en bastante dado que podemos dar relajación a la correa , debemos tener claro que una de las primeras normas que debemos tener en cuenta en los paseos con nuestro perro es que la correa vaya relajada para evitar tensiones innecesarias por lo que está correa nos lo permite.

Segundo, al no tener esa tensión, le daremos una sensación de libertad, siendo realmente una “semi” libertad, el cual permite que el perro se pueda relacionar mejor y descubrir mejor el mundo que le rodea. Cualquier correa de más de 2 metros nos permite estas sensaciones.

Otro punto sería que este tipo de correas facilitan la comunicación con el perro, nosotros en nuestras clases y en nuestra tienda de mascotas en Hortaleza, siempre indicamos que la correa es un hilo conductor en dos direcciones  por lo que cuanto mejor sea el comunicador más fácil será hacer entender a mi perro que le estamos pidiendo, pero también para él hacia nosotros.

Los últimos dos puntos, como en el último de la extensible, depende del perro, pero para perros con problemas emocionales es una “herramienta” muy útil porque al no existir una tensión continuada, como pasaría con la extensible, le beneficiara durante el paseo y comparando con la durabilidad al ser normalmente engomadas es más dura, los nudos no aparecen y no hay elemento alguno que se pueda dañar, por lo tanto, dura más.

Por lo tanto, respondiendo a la pregunta del principio, la mejor decisión sería una correa fija por beneficios y por los nulos contras que tiene. Evidentemente aquí os surgirá una duda razonable que es cómo utilizarla, cómo manejarla de forma correcta, cómo acortarla cuando la situación lo requiera, evitar que se enrede con elementos, sujetarla correctamente, etc. pero debemos tener en cuenta que la práctica ayuda a solventar todo eso y en breve tendremos un control muy elevado de ello y además nosotros en nuestra tienda de mascotas en Hortaleza estamos siempre para poder ayudar y asesorar en todas las dudas que os puedan surgir y poder conseguir que vosotros y vuestro perrete disfrutéis del paseo.